viernes, 16 de julio de 2010

Las oficinas de tentadurías

Las oficinas de tentadurías están trabajando a dobles turnos. Fígaro hay que preparar una contraofensiva, simplemente hay que renovarnos interiormente.

Entre anoche y la mañana de hoy Fígaro, primero con la música romántica que decidistes escuchar, luego con el sueño que soñastes y finalmente hoy: que amanecistes Fígaro, deseando lo que no tiene caso desear para lo inmediato.

Fígaro, una de tus armas es la verdad. En primer lugar Fígaro, no eres alguien que deba ser manejado por las emociones. Esa soledad y ese deseo físico de una mujer, no son fígaro ni por cerca cosas que deban mover tus decisiones. Bien podrías Fígaro, renunciar a todo ello por una causa mayor, y esos deseos no se apagarían Fígaro, simplemente podría ser una opción valiente.

Habiendo dicho esto Fígaro. Lo otro es que, aun cuando decidieras por el matrimonio, no tendría caso darle alas Fígaro a estos deseos. Es más, la necesidad de controlarlos sería mayor pues tu mente tendría más elementos para imaginar cosas (al tener una novia). Fígaro, esto no es nada, es solo el comienzo.

Lo tercero que debo decirte, Fígaro. Es que cuando todo esté listo, debes tener mucho cuidado. Los ojos nos engañan Fígaro, vemos, deseamos y actuamos. Debes de ser capaz de tener la disciplina para escojer a la mujer correcta, no a la que tus ojos señalen.

Fígaro, es hora de renovación. Medita sobre todo esto antes de que sea tarde. También pide protección porque te están disparando duro, Fígaro.

Tu Conciencia

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