miércoles, 14 de julio de 2010

ay de estos dos días, Fígaro

Vaya Fígaro, qué dias los últimos dos. La Presión fue mucha para tí Fígaro. Espero que aprendas Fígaro de lo que ha pasado. Que en la próxima prueba puedas decir: de esto se trata, de poder superar estos momentos... y entonces Fígaro que puedas dar la batalla con esas dos armas: Orden y Fé.

Fígaro creo que tu desorden está lejos de ser la lujuria. Pienso que más bien la pusilanimidad de tu interior, ese desanimarte y dejar de luchar es lo que realmente detona en todo lo demás... ese permitir a tu mente bajar y bajar en los espacios del desaliento Fígaro.

De nuevo Fígaro, será la misma receta: Concentra tu mente en lo que corresponde al momento. Entiende que se trata de luchar, y que el sufrimiento es precisamente el camino de perfección. Actúa con Orden. Ten Fe en que todo saldrá bien. Ora y no te preocupes, pues la preocupación no tiene utilidad (padre Pío).

En ese momento fue ese el reto. Ahora es totalmente distinto Fígaro, ahora Fígaro, debes olvidar el reto anterior con el que no pudiste y sin embargo aprendistes. Ahora Fígaro, el reto es detener esa presión hacia abajo que el pecado ejerce. Cosa extraña Fígaro, ¿por qué no buscar a Dios cuando más se le necesita?, ¿por qué más bien nos alejamos como Adán luego del pecado?... Fígaro, el reto es levantarte ahora, la masturbación, como todos los pecados, invitan a más pecado.

Ahora Fígaro, sabes que serás mucho más feliz si te levantas, que si te quedas ahi.

Adelante Fígaro

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