domingo, 25 de julio de 2010

jóvenes

Si no haces algo por este joven, me molestaré contigo. Asi dijiste al Maestro, Fígaro, casi al punto de llorar (a como estás ahora de solo recordarlo).

Y talves no por eso que dijistes, pero el Maestro hizo mucho por él, no a través de ti sino de los otros del Clan. Jamás olvidará ese día.

Y volviste a casa insatisfecho, porque fue apenas uno de muchos. Y ahora Fígaro, piensas en Soñador, y en esa gran necesidad en la juventud.... la misma que a Soñador le movía el alma antes de marcharse.

Has vuelto, Fígaro, con el corazón en la mano.. hasta sientes que Soñador ahora intercede por tí, al punto que esa misma noche soñaste con él al dormir...

En fin, has venido con esa hambre y sed de oración y sacrificio por ellos... con ganas de orar y ayunar a como lo hacía Soñador para acercar la voluntad de el Padre hasta todo esto.

Yo no sé ni que aconsejarte hoy Fígaro...

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