lunes, 22 de agosto de 2011

de los mansos y humildes

Anoche, querido Fígaro, meditabas y orabas. Pensabas en las palabras del Maestro : amarse los unos a los otros como yo los he amado.

Qué mejor cosa, y además fácil para hacer: amar a los humildes, mansos... a quienes el mundo y los hombres no ponen especial atención.

Qué pacífica se siente el ánima en querer ser amigo de los humildes y pobres, y no anhelar la compañía de los que reciben muchas caricias de los hombres, estando ya satisfechos.

Sí Fígaro, eso debes procurar. Busca entre los que te rodean a quienes parecen recibir menos atención, fíjate además si son humildes (aunque la pobreza actual está en muchos casos unida a la pobreza espiritual, sobre todo cuando se trata de personas que aman a Dios).... Busca además a los huérfanos, tullidos, viudas y con ellos celebra tu cumpleaños un buen día.... de estos buenos años.

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